Patafísica/Poesía

El tipo viajaba luego de parar por la esquina de una casa, después de todo, la casa ya no tiene ruedas, las perdió al verse desnuda y sin nada más que un complicado abrigo de lana desde distintos puntos de vista.

La descripción del ser humano; ah, lo olvidaba, el ser humano se divide en dos: en ser y en humano. El ser sería el ente que vive, respira, come y muere; el humano sería el otro ente ¿cuál ente? Pues, no sé. Soy demasiado humano para saber algo así.

Melcocha de jugos es el Ooísmo. La Patafísica, el frasco que la contiene. El jugo o melcocha de jugos no puede, por sí sola, llegar a ser una combinación perfecta. He aquí que se ha creado una nueva oposición estructuralista: Ooísmo/Patafísica, que no son lo mismo, pero son parecidos, tan parecidos, que un tipo no sabiondo en Ooísmo creería lo contrario y jalaría su lengua gritando a los siete vientos: “el agua no puede comprar más oxígeno, ayúdenla, se está ahogando poco a poco... espina entrecolada”.

El Ooísmo sería la sorpresa de ver a un juglar viajar por un carro de alegorías ítalo-francas, diciendo cosas en italiano francamente... no puedo creer que la poesía en sí sea imitación, yo la veo más bien como un picaflor en busca de una rosa negra, (el ser y el humano, pasarían a ser objetos de estudios patafísicos, en los cuales se lograría la conjunción perfecta en ser humano), la rosa negra no puede mutar en una roja, porque el sol ya no puede alumbrar del modo que solía hacerlo. Por lo tanto decimos que el fuego estelar complica, de todas formas, las formas todas y las deja bajando, bajando, bajando. La poesía, a todo esto, se aburrió de sentimientos, ella quiere viajar por la cabecita del autor o del poeta de turno y llegar así: brutamente al papel. De manera que si hay que escribir mierda, escribimos mierda.

· Total: la Patafísica lo puede todo y la poesía, no... oh, oh!! Viste que es sorprendente.